Qué hacemos

No, en Toormix no explotamos becarios. Los proyectos los hacemos los profesionales, siempre con la misma dedicación, rigor y recursos, sean pequeños, grandes o medianos.

Eso no significa que no podamos hacerlo. Tenemos 25 años de experiencia, conocimientos y recursos profesionales para afrontar proyectos de cualquier sector (y, si no, siempre hay una primera vez).

No, pero en el futuro sí que podremos hacértelo… justo en el momento en que hagamos todos esos proyectos. 😉

Claro. Trabajamos a menudo con empresas que ya tienen una identidad definida —no todo el mundo que trabaja para Coca-Cola le cambia el logotipo. Ahora bien, si tu identidad es un desastre… te lo diremos.

Desde que empezamos, en el año 2000, hacemos webs. Podemos crearlas desde cero o mejorar su usabilidad y coherencia visual. Sea una landing, una tienda online o una superweb, podemos ser tu agencia digital. También te asesoramos sobre cómo posicionarla y promocionarla.

¡Sí! Podemos hacerte un diagnóstico de marca para detectar debilidades, incoherencias y oportunidades. A partir de ahí trazamos un plan de acción para definir hacia dónde ir y cómo mejorar su valor en todos los puntos de contacto.

No. La base de nuestro trabajo sigue siendo humana. Nos gusta explorar los límites de la IA y experimentar con ella, pero no deja de ser una herramienta más. Puede ayudarnos a agilizar procesos, sí, pero nunca sustituirá nuestro criterio ni nuestro talento.

Somos ágiles y podemos trabajar rápido, pero todo proyecto necesita un tiempo mínimo para garantizar un resultado profesional y satisfactorio. Si lo quieres para ayer y no es negociable, probablemente no somos tu equipo.

Si buscas a alguien que no te cuestione y ejecute lo que tú no sabes hacer, claramente no somos quienes necesitas. Si, en cambio, buscas un estudio que aporte experiencia, profesionalidad y criterio a tu proyecto, aquí hay un match.

Entre una y dos, porque las propuestas no salen por arte de magia. El diseño debe responder a unos objetivos, trabajarse a conciencia y validarse antes de presentarlo. Y eso, lamentablemente, no se hace pulsando Enter o F12. No dudes que lo revisaremos si hace falta: queremos que el diseño sea realmente útil.

No, no lo cobramos. Pero preparar una propuesta de colaboración implica tiempo: pensarla, redactarla y diseñarla. Por eso nos gusta recibir una respuesta, aunque sea solo para agradecerlo o para decirnos que no (aunque siempre preferimos un sí). Al final, es una cuestión de respeto.

Claro. Analizamos juntxs el proyecto y valoramos si la extensión de la propuesta es adecuada y puede ajustarse. Trabajar de forma colaborativa y repartiendo ciertas tareas también puede ayudar a reducir costes. En cualquier caso, nuestras propuestas siempre se dividen por fases, y no hace falta hacerlo todo de golpe.